Un día para recordar
Este 25 de abril sucedió lo que desde hace muchos años no ocurría en Guatemala. Me refiero a una manifestación masiva del pueblo para mostrar su repudio por las acciones deshonestas del gobierno actual.
Los ciudadanos se unieron en una sola voz para pedir la renuncia del presidente, de la vicepresidenta y de algunos funcionarios deshonestos que laboran dentro y fuera de la capital. Este tipo de movimiento solo se ha visto en contadas ocasiones.
Lo que es de reconocer públicamente fue el despertar de una nación que siempre ha dejado pasar los múltiples actos de corrupción que a lo largo de los años han quedado impunes; tantos años de indiferencia y conformismo quedaron atrás, el pueblo se levantó en una protesta pacífica, en donde expuso su inconformidad ante los actos delictivos del gobierno. Todos participando con un solo motivo, el amor por Guatemala, sin tomar en cuenta la diferencia de raza, religión, profesión, clase social, edad, género etc. Todos unidos en protesta contra la injusticia. Niños y ancianos llevando pancartas, jóvenes alzando la voz, trabajadores vitoreando a los oradores que participaron, hombres y mujeres unidos para exigir un cambio en la política.
En las pancartas que los manifestantes portaban se podían leer mensajes llenos de amor a Guatemala y de repudio hacia las personas que empobrecen y denigran a este hermoso país.
Sin atropellos ni violencia el pueblo se levantó.
Puede ser que para algunos haya sido esto como una acción con pocas posibilidades de triunfo, porque han pasado por tanto desengaño, que es dificil volver a tener fe en cualquier gobierno, sin embargo, si lo vemos con optimismo vemos la posibilidad de que el gobierno actual y el que estará próximo a presidir sepan que el pueblo no va a quedarse callado ante las atrocidades que cometan.
Reitero que ese día no será olvidado por los chapines, porque fue el despertar de un pueblo que estuvo dormido, indiferente y pasivo y tampoco olvidaremos a las miles de voces ese día entonaron el himno nacional de Guatemal con orgullo y pasión en la Plaza de la Constitución.
Ahora podemos ver con más esperanza al futuro porque quedó demostrado que la fuerza y la esperanza de unos son las claves para el cambio de todos.
PORQUE UN PUEBLO UNIDO JAMÁS SERÁ VENCIDO.
“Ojalá que remonte su vuelo, más que el cóndor y el águila real y en sus alas levante hasta el cielo, Guatemala tu nombre inmortal”. (Parte final del Himno Nacional de Guatemala)